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¿Soy masón porque por tal me reconocen mis Hermanos?

Á.G.L.

Á.G.L.

2/15/20254 min read

white and yellow floral box
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En una de las primeras sesiones del postgrado que estoy cursando sobre nuevas masculinidades, el formador que impartía la clase planteó una cuestión que resonó poderosamente en mí por su similitud conla respuesta del ritual que hace referencia a la pregunta ¿sois masón?

La pregunta es cuestión decía: ¿Soy hombre porque me siento interpelado como tal o por el contrario me interpelan como tal porque soy hombre?

El hecho de que plantease en este caso ambas opciones me trasladó a la sempiterna pregunta ¿qué fue primero la gallina o el huevo? que, cuando la escuché por primera vez, la sentí como una falacia envuelta en un círculo vicioso puesto que un huevo no puede darse sin una gallina previa y una gallina no puede darse sin un huevo previo.

Aristóteles, respondió a este dilema argumentando que lo actual es siempre anterior a lo potencial, y que, por tanto, el hombre precede siempre al esperma, o en este caso, la gallina precede al huevo. En ese caso, si trasladáramos al erudito griego la pregunta, entiendo que señalaría al individuo interpelado como lo actual y a la interpelación que le hacen como lo potencial y que respondería que soy hombre porque por tal me reconocen quienes me rodean, y si le revistiéramos con guantes y mandil diría aquello de “soy masón porque por tal me reconocen mis hermanos”

Pero, tanto si hablamos de huevos y gallinas, como de mandiles y hermanos, nuestra respuesta está condicionada por en qué momento y en qué punto ponemos la mirada cuando nos enfrentamos al dilema ,ya que, dependiendo de esa mirada, el sujeto puede cambiar y con él la respuesta.

En este sentido, la respuesta existencialista que sitúa al individuo en el centro sería que “yo me siento interpelado como hombre por serlo” y me atrevo a decir que estarían de acuerdo con esta respuesta Sartre, Camus o Heidegger.

La misma respuesta encontraríamos en las actuales corrientes de pensamiento individualista y neolibertario, herederas del pensamiento liberal clásico que destacan y ponen en valor la importancia de la autonomía y el derecho a la libertad personal frente a las expectativas sociales o colectivas.

Lo que me abrió la mente a una nueva derivada de pensamiento en esa sesión fue la aportación que el filósofo francés Louis Althusser al hilo de ese dilema y que comienza así: “Si suponemos que la hipotética escena de la interpelación ocurre en la calle, es obvio que el individuo interpelado se vuelve y que por este simple giro físico de 180º se convierte en sujeto. ¿Por qué lo hizo? ¿Por qué se giró? Porque reconocióque la interpelación se dirigía precisamente a su persona y que era precisamente esa persona la que había sido interpelada…”

Pero la reflexión de Althusser continúa, para abrir en su segunda parte para proponer una nueva visión más compleja de lo ocurrido al afirmar que: “La interpelación de la ley produce al sujeto a la vez que genera la ilusión de que este sujeto ya estaba constituido antes de su operación”.

Detengámonos en esta enrevesada frase que genera el nudo gordiano del asunto. En ella el Althusser alineado en el marxismo estructuralista lo que viene a decir es que la interpelación “hombre”produce al sujeto generando al mismo tiempo en él la ilusión de que ya estaba constituido como talantes de ese momento.

Por eso, la respuesta que él da a la pregunta ¿Soy hombre porque me siento interpelado como tal o por el contrario me interpelan como tal porque soy hombre? es la de “yo soy hombre porque me siento interpelado como tal, aunque tenga la ilusión de lo contrario”

En esta afirmación está latente un aspecto capital de su obra y de su pensamiento como es el concepto de la ideología qué él explica no como simples ideas o creencias erróneas, sino como prácticas reales que funcionan para mantener el poder y las relaciones de dominación. Una ideología que actúa a través de instituciones y prácticas sociales, y que condiciona nuestra relación con nuestro entorno social.

Esta reflexión entronca con otro de los puntos clave de su teoría: la interpelación (o "hailing") en la queafirma que las ideologías nos llaman, nos interpelan y nos construyen como sujetos dentro de un sistema social.

De hecho, para Althusser la interpelación es justamente el proceso por el que las ideologías nos convierten en sujetos, no solo por cómo nos sentimos internamente, sino por cómo las instituciones y las estructuras sociales nos reconocen y nos interpelan para ocupar una posición dentro de la sociedad.

Y así llegamos a una dicotomía entre lo interno (la percepción personal) y lo externo (la influencia social) pudiendo afirmar que las normas sociales, culturales y políticas te construyen y te asignan esa identidad (y también otras muchas), a través de una serie de mecanismos (la educación, los medios de comunicación, la familia, el entorno social…), y que lo hace sin que tú seas consciente o, en todo caso, antes de que tú te sientas consciente de esa construcción y de esa asignación.

De ahí que mi respuesta tanto al dilema ¿Soy hombre porque me siento interpelado como tal o por el contrario me interpelan como tal porque soy hombre? o al que hoy podemos abordar entre columnas ¿Soy masón porque mis hermanos me reconocen como tal o mis hermanos me reconocen comotal por el hecho de serlo? sería que Soy hombre (o masón) porque

me siento hombre (o masón), pero que, al tiempo reconozco que ese doble reconocimiento absoluto, personal e íntimo viene también esencialmente dado por el hecho de ser interpelado cadadía y en cada situación como tal.

Concluyo argumentando que esta reflexión me ha servido para explorar mi propio proceso de construcción personal en el que he descubierto que mi "yo" no era ni tan preexistente ni tan autónomo como podíaimaginar y como hubiera defendido a priori, y que hasta la más íntima de nuestras autopercepciones entiendo que pueda estar influenciada por la ideología externa que da como resultado un mundo profano que te interpela como hombre y una logia que te interpela como masón porque tanto la sociedad como la experiencia iniciática te colocan en esas categorías y que, al mismo tiempo, es a través de esa doble interpelación como desarrollas tu doble conciencia de hombre y de masón.