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There are cathedrals everywhere for those with the eyes to see.

A.L.

A.G.L.

12/27/20242 min read

There are cathedrals everywhere for those with the eyes to see. El doctor Jordan Peterson tuiteaba esta frase el 9 de marzo de 2023, adjuntando una foto en la que el paso de la luz del sol a través de una botella de agua dibujaba unas marcas en la pared con la forma de dos triángulos isósceles, recordando muy vagamente a las vidrieras de una catedral.

La primera vez que lo leí pensé que hablaba de la virtud de la inteligencia de quien es capaz de filtrar racional e ingeniosamente la realidad que percibe con los sentidos o del sabio que conoce la existencia de la luna cuando se la señalan con el dedo - y ciertamente para ver catedrales en el día a día serán necesarias virtudes como la inteligencia y la sabiduría- pero la segunda vez que pensé en ese tuit fue tras escuchar otra virtud, en forma de deseo apagando la tercera vela y a primera vista un poco pequeña e insignificante comparadas con el amor y la paz: "que la alegría reine en vuestros corazones".

Me quedé meditando sobre la alegría como virtud, como cualidad moral positiva intrínsecamente buena, a la que debemos aspirar así como aspiramos a la sabiduría, la fuerza, el amor, la prudencia o la templanza. Pensé en la alegría cultivada, adquirida como hábito, trabajada y practicada en constante esfuerzo para desarrollarla y fortalecerla o, como diría Mario Benedetti, defendida como trinchera, principio, como bandera, como destino, como certeza y como derecho.

La tercera vez que reflexioné sobre esto fue al ver el proceso de preparación de esta Respetable Logia Europa. Ahí descubrí la alegría como herramienta, como otra herramienta de las muchas que los hermanos y hermanas iban a necesitar, y una muy importante, ya que les facilitaría el trabajo de construcción que iban a realizar. Era una alegría proyectada de unos a otros y catalizadora de la creatividad que permitió la fuente continua de ideas y emociones que se percibía en el brillo de los ojos de los hermanos y hermanas. Era la alegría de quien se sacude del mandil las primeras virutas de una obra colosal.

Me pareció casi una consecuencia lógica de mi razonamiento que el himno oficial de la Unión Europea sea el Himno a la Alegría compuesto por Ludwig van Beethoven, pero basado en la Oda a la Alegría del poeta y dramaturgo Friedrich Schiller, que trató de representar las inquietudes de la Europa de entonces, agitada por valores como la libertad y el espíritu ilustrado. Resulta que la oda iba a ser originalmente Ode an die Freiheit ("Oda a la libertad", que en la época revolucionaria los estudiantes la cantaban con la música de la Marsellesa), pero finalmente se convirtió en la Ode an die Freiheit, la Oda a la Alegría definitiva, porque aunque el destino del hombre es la libertad, el desarrollo completo de ese destino debe desembocar en la alegría(*). Alegría seguro que sentía también Jordan Peterson el día que fue a coger la botella y alegría que, pensé, tuvo que reinar en el corazón de quienes en el anexo de una casa de pueblo, vieron perfectamente el plano de una catedral.

He dicho.

CITA: FRIEDRISCH SCHILLER: ESTUDIOS SOBRE LA RECEPCIÓN LITERARIA E INTERDISCIPLINAR DE SU OBRA Nuria C. Arocas Martínez, José Antonio Calañas Continente, Ana Rosa Calero Valera 2008